El genio detrás del maquillaje

Honestamente, quien no conoce a Kiss? Seguramente los hemos escuchado en alguna fiesta, los hemos visto en algún lado, en una pluma, en una camiseta, etc... tal vez no nos guste su música, tal vez consideremos exagerada su forma de salir al escenario (los que los hemos visto) o quizás creamos que incluso son payasos vestidos como rockstars.
Pero la neta es que más allá de los gustos o disgustos del grupo de New York, debemos admitir que Kiss es toda una máquina de hacer dinero. Y no solo por la venta de sus discos o sus conciertos, es lo que menos les deja, sino por toda la estrategia publicitaria y de mercadotecnia que hay detrás de todo ello.
Gene Simmons, el demonio, o como quieran llamarle, ha logrado formar todo un imperio y ha conseguido que millones de fanáticos se vuelquen a las calles cada que se presentan para comprar algún producto. El Kiss Army, como se denomina a la legión de seguidores de la banda, es una de las más fieles del mundo y son capaces de hacer todo por ellos.
Pero, cómo lo consiguieron? Primeramente, ellos no vieron a Kiss como un grupo musical más, sino como una empresa capaz de producir millones de dólares. Segundo, formaron una legión de fanáticos a partir no solo de su música, sino de la cantidad de productos que tienen disponibles para todo tipo de edades. Tres, mantienen presencia constante, no solo publicando discos o haciendo giras, sino con merchandising atractiva. Y podríamos agregar un cuarto entre todas las demás acciones que han realizado, la cual sería la presencia del mismo Simmons en su programa "Family Jewels" mostrando la otra cara del astro.
Productos desde los más clásicos (muñecos) hasta los más extravagantes (ataudes) son parte de la constante de Kiss y lo que los ha diferenciado del resto de las bandas. Quienes, incluyendo astros más grandes como los Rolling Stones, pueden presumir toda una estructura comercial como la de ellos? Absolutamente nadie. Es tener la visión de estar en el momento adecuado promoviendo el producto adecuado.
Sin lugar a dudas el caso Kiss es digno de un estudio a profundidad independientemente del gusto por la banda.


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